Candela de Juan del Val
Juan del Val construye, con una veracidad descarnada y un sentido del humor en ocasiones desternillante, el retrato de una mujer única. «Tengo estrías, celulitis y una perra fea que se llama Chelo. Al principio era bonita, pero cuando creció se le ensanchó el culo. Lo mismo que me pasó a mí, salvando las distancias…».